Hace muchos años, en un lugar elegido por Dios, vivieron mujeres valientes que crearon un impacto en la historia de Su pueblo. Mujeres como Hulda, Noa o Joseba.

Hubo también, aunque pocos lo recuerden, algunas mujeres como Juana, Susana o Salomé, que se atrevieron a dejarlo todo para caminar junto a Jesús.

Fueron mujeres decididas, como Lidia, Priscila o Febe, las que ayudaron a que el evangelio se expandiera por todas partes, mientras se formaban las primeras iglesias en torno al Mar Mediterráneo.

Estas son las historias de ellas, esas mujeres que la Biblia menciona con nombre propio, nombres que, por alguna razón, quedaron escritos para siempre.